Oliver Jeffers es uno de mis ilustradores favoritos y en su momento, sus libros les encantaron.
Reconocido y premiado a nivel internacional en el mundo de la literatura infantil, Jeffers nació en 1977 en Australia, se crió en Irlanda del Norte y acabó viviendo en Brooklyn, Nueva York.
Sus álbumes ilustrados han sido traducidos a más de 30 idiomas y ha recibido desde el principio de su carrera en 2004, premios tan importantes como el Premio Roald Dahl e incluso un Bafta al mejor cortometraje de animación por la versión animada de su mundialmente conocido «Perdido y Encontrado».
Entre otras curiosidades:
- En 2008, Jeffers aparece en la lista de The times en «Las mejores nuevas imágenes de libros ilustrados»
- En 2012, Jeffers realiza ilustraciones para la campaña publicitaria de televisión de «Kinder» en Reino Unido.
- En 2013, Jeffers ilustra la cubierta de vinilo para la canción Ordinary Love de U2.
Se le ha empezado a considerar más una persona creativa y realista que un escritor.
Como autor hay muchas cosas que me gustan de él:
*no hace los libros pensando en los niños sino en su propio sentido de curiosidad, ese “de adulto y de niño dentro de mí, por lo que yo soy mi propio público objetivo”. Ilustra para él y no piensa que sus trabajos vayan dirigidos a una edad determinada. Hace ilustraciones y libros que a él le hubieran gustado leer. “No elegí escribir para niños; caí por accidente. Siempre me ha fascinado la unión del dibujo y la palabra, y contar historias; hacerlo para los niños es la mejor plataforma para unirlo todo”. No tiene hijos, pero cada historia debe pasar la prueba: ser leída por niños, “expertos en detectar agujeros en los cuentos”.
*solo busca entretener. No pretende, como muchos otros, utilizar el álbum ilustrado
como un vehículo camuflado que pretende educar, como lecciones de vida disfrazadas de diversión. “Los niños reciben suficientes moralejas y lecciones valóricas desde todos los ángulos en la vida, y como mi interés en contar historias se enfoca en celebrar el pasarlo bien, creo que sería deshonesto de mi parte si pretendiera otra cosa”.
*no le gusta encasillarse y evita las etiquetas porque entiende que son limitadoras. Le gusta describirse como un “hacecosas”.
*sus personajes no tienen límites pero no es una decisión consciente. Parte de historias basadas en la realidad (un niño puede remar o subir por una soga) y luego hace que ocurra algo ilógico y lo exagera hasta crear un mundo a su propio gusto. Les habla a los niños como si fueran adultos
Algunos de sus libros que nos han enamorado
*Estos tres como autor-ilustrador, aptos para todos los públicos
«El corazón y la botella» (2010)
Este fue el primer libro, un libro sobre la pérdida y el dolor, una auténtica joya para todas las edades que invita a vivir sin miedos. Una niña esconde su corazón en una botella para evitar el sufrimiento pero, tal vez, esa no sea la mejor de las soluciones…
«El increíble niño comelibros» (2006)
Un niño devora libros (literal, se los come) hasta que un día se da un atracón y tiene empacho. Entiende entonces que es mejor disfrutar de ellos poco a poco.
«La niña de los libros» (2016)
La protagonista viene de un planeta de historias para enseñar a un niño la importancia de las historias, un homenaje a los grandes autores.
*Este solo como ilustrador y para lectores más mayores (10-12 años)
«El niño que nadó con pirañas», de David Almond (2012)
Un libro sobre las relaciones familiares, el respeto a los animales, el poder que tenemos de ayudar a los demás, lo que contribuye a que nos sintamos más felices. Preciosas ilustraciones y un texto sencillo a la vez que metafórico.
El mes que viene, más recomendaciones.
Un abrazo y felices lecturas.